El vino en Coca












El vino de Coca en el siglo XVI fue reconocido en toda España como uno de los mejores. Son varios los documentos contemporáneos, novelistas y dramaturgos que nos hablan de los caldos de esta tierra.
En primer lugar son nombrados por Miguel de Cervantes en El licenciado Vidriera cuando, estando el licenciado en Génova catando vinos italianos, añora los de Madrigal, Coca y Alaejos.
Mateo Alemán, en Guzmán de Alfarache, habla de los cofrades de Baco, pilotos de Guadalcanal y Coca, con lo que deja constancia de estos lugares por sus vinos.
Antonio Enríquez Gómez, en La pícara Justina, refiriéndose al vino, en una boda los invitados gritaban: "A la gala de Rivadavia, Coca y Alaejos".

Gabriel Téllez (Tirso de Molina) es acaso el mejor conocedor de vinos. En La villana de la Sagra dice:
No se vende aquí mal vino
que, a falta de Rivadavia,
Alaejos, Coca y Pinto...

Este mismo autor, en Ventura te dé Dios, hijo, dice por boca: ayuda a Alaejos, Coca y Toro; y afirma que: si no hay vino no hay amor.
Moreto, en su obra Las travesuras de Pantoja, exalta los caldos de Coca por medio de Guijarro que, a falta de vino, exclama !Oh San Martín! !Oh Rivadavia! !Oh Coca!

Lope de Vega es, acaso, el escritor que más habla de los famosos vinos de Coca, y parece ser que eran los preferidos del poeta. Menciona estos vinos en La inocente sangre. En La desdichada Estefanía el gracioso lamenta haber ido a Tetuán sin haber hecho provisión de cuatro cueros de Jerez, para añadir:
¿No era mejor ir a Coca
a San Martín y Alaejos?

Por este mismo autor, en Los Ramírez de Arellano, vemos cómo se pide al futuro rey Enrique el señorío de Alaejos y Coca, y la razón la dice el gracioso Bolaños:
¿Ya no sabes el licor
que esos lugares benditos
encierran en sus distritos?

En el refranero español de Vergara también se mencionan los vinos de este lugar:
El estaquilla de Coca o Roa
Totili mundi es descomunicate
preter Coca et Madrigate y otro lugar
que tiene el nombre de buey

Lo decía el vulgo en otro tiempo imitando el mal romance de los peregrinos extranjeros, que todos eran amigos de Trillo, y por él alababan a Coca, Madrigal y Toro:
Vino de Coca aunque no me quede toca

Supone el refrán que decía la vieja borracha:
Vino de Coca, quien lo bebe luego trota

Don Francisco de Quevedo y Villegas, en sus Poesías satíricas, menciona el vino de Coca en varios de sus versos.
Para finalizar diremos que el artículo 73 de las "Ordenanzas de Villa y Tierra de Coca, año 1583", dice:
Otrosí por quanto en esta villa de Coca y su Tierra hay mucha cantidad de viñas y la mayor parte de la gente de la villa y su tierra se sustenta del aprovechamiento de ellas, y la tienen por la más principal y aprovechada hacienda que hay en la Villa y su Tierra.

No queremos pasar por alto las alabanzas del caucense y famosísimo Cándido que en algún artículo periodístico ha resaltado los vinos de esta villa.

Felipe Rodríguez Martínez, Cronista oficial de Coca y su tierra