La demarcación de la Abadía
Dentro de las rutas que nos ofrece la zona que conocemos como Campiña Segoviana, y que tienen como epicentro Santa Maria de Nieva, hemos recorrido esta vez unos cuantos pueblos que podríamos englobar como “La Demarcación de la Abadía”, ya que algunos de ellos tienen estrecha relación con la Abadía de Párreces, bien porque nacieron a su abrigo allá por el siglo XII, o bien porque ejerció sobre ellos jurisdicción eclesiástica a través de cientos de años.
A partir de Coca, y llegados a Santa María, tomaremos la carretera que, a la salida del pueblo en dirección a Segovia, nos lleva a Villoslada. En el primer pueblo, Balisa, nos encontramos una ermita románica de líneas muy sobrias, llamada de la Virgen del Otero, en la que destaca el bonito arco de la entrada.
Ermita románica de la Virgen del Otero, Ermita de San Miguel de Párreces, Casa arriera
Llegados a Villoslada y una vez pasado el pueblo, nos espera la pequeña joya románica de su ermita del siglo XII dedicada a San Miguel de Párreces, y catalogada como Monumento Nacional en 1983, donde destacan su graciosa espadaña y sus cuatro amplios arcos ciegos.
Muy cerca de la ermita, la carretera nos ofrece dos direcciones, una nos lleva a Sangarcia y la otra a Paradinas. Escogemos la primera, con la intención de retomar después el otro itinerario.
Es Sangarcia un pueblo realmente peculiar donde podemos admirar un gran número de casas “de interés” dentro de la arquitectura popular, conservando muchas de ellas, según nos informaron, buena parte de la distribución interior original, y la decoración de tradición mudéjar de las fachadas del siglo XVIII. Se trata de las casas denominadas “casas arrieras”.
Las fachadas principales están revocadas, esgrafiadas, y decoradas con gran creatividad, destacando grandes cruces y motivos geométricos de inspiración mudéjar. Unas tienen arcos de ladrillo, de medio punto, y otras lucen dinteles de piedra labrada, donde destaca la fecha de construcción e inscripciones de contenido religioso.
Resulta también interesante su iglesia parroquial dedicada a San Bartolomé, y de arquitectura barroca, que conserva en su interior cuadros de Bartolomé Montalvo y mobiliario renacentista que procede de la Abadía de Párreces.
Desde Sangarcia, a unos 5 km, llegaremos a un pequeño pueblecito llamado Cobos de Segovia de alrededor de 50 habitantes, que posee una iglesia realmente singular. Ya acercándonos por la carretera, destaca en la llanura su impresionante cúpula, muy parecida a la de la catedral de Segovia, y a la arquitectura herreriana del Monasterio del Escorial.
En principio existió en el lugar que ahora ocupa la iglesia, un hospital denominado San Sebastián de Cobos, y en el año 1567 se erigió la espadaña, añadiéndose posteriormente la espléndida cùpula.
Visitamos el interesante interior de la iglesia, que nos fue amablemente mostrada por un vecino.
El pueblo de Cobos, a pesar de ser tan escaso en vecinos, nos reservaba la grata sorpresa de un agradable restaurante que, situado al lado de la iglesia y restaurado sobre un edificio tan antiguo como ella, nos ofreció sus ricas especialidades y un cordial servicio.
Abadía de Párreces
Muy cerca de allí se encuentra la antigua Abadía de Párraces, que al parecer posee en su interior un precioso claustro que, lamentablemente, no pudimos visitar, al ser en la actualidad una propiedad privada dedicada a tareas agrícolas. Hicimos algunas fotos desde el exterior de la verja.
Una vez cumplida ésta parte de la excursión, retrocedimos para tomar la carretera que nos llevaría a Paradinas, donde queríamos visitar la iglesia y el Centro de Interpretación Arqueológico. Desde la carretera, la iglesia, que se encuentra en una esquina del pueblo, lo que la hace parecer solitaria en el campo, nos mostró desde esa perspectiva una bonita y curiosa apariencia redonda, con su torre en medio. Se trata de un templo de estilo gótico, del siglo XVI, atribuido a Gil de Hontañón, con un precioso interior, donde se expone uno de los mosaicos de la Villa romana.
Tiene también Paradinas un Palacio casona del siglo XV, bastante deteriorado, con un patio renacentista (está cerrado).
El edificio del Concejo Viejo, anterior al siglo XVI, aún conserva las paredes y algo de su estructura. Peor suerte ha corrido el Hospital también del siglo XVI, que está en completa ruina.
En Paradinas existió una Villa romana, cuya existencia se conoce de forma documental desde el año 1865, y aunque se intervino oficialmente en el año 1968, con posterioridad los trabajos cayeron en el olvido y abandono.
Para preservar de alguna manera la riqueza patrimonial de la localidad, se ha creado un Centro de Interpretación Arqueológico y Etnográfico, ubicado en las antiguas escuelas, y que puede ser visitado, (preguntar por Marcelina) .
En sus vitrinas se exponen objetos que han sido encontrados en el término del pueblo, como trozos de cerámica, piedra de molino, monedas y fotografias de los mosaicos que aun permanecen enterrados. También dispone de una Biblioteca y lugar de lectura.
La nota tierna de la excursión la puso poder ver, muy cerca de la carretera, (siempre desde el coche para no interrumpir), como una oveja, que se había separado de un rebaño cercano, traía al mundo a un precioso corderito, que como es normal en estos animales, casi inmediatamente, aunque algo inseguro, se puso de pie.
Maribel Egido
Maribel Egido