Factura de La Resinera Segoviana

Curiosa factura del 27 de Diciembre de 1.875 de la Fábrica de productos resinosos "La Resinera Segoviana". Lo que es tremendamente extraño es que se haya conservado hasta nuestros días, ciento treinta y cuatro años más tarde. En el membrete figuran litografiadas varias medallas con las que fue premiada en diversas exposiciones tanto nacionales como extranjeras, entre ellas una de oro.
"La Resinera" como vulgarmente la conocemos en Coca, se estableció en la Villa en 1.862 gracias al empeño de los Señores Falcón, Ruiz y Llorente, tal como se aprecia en la firma del documento expuesto.
De la resina del pino o miera se obtenía el aguarrás o esencia de trementina, la colofonia o pez griega, la pez negra, el alquitrán, el incienso, el aceite pirogenado y la grasa de resina entre otros productos.
Las fábricas estaban formadas por distintas dependencias que correspondían a las tareas realizadas en el proceso de fabricación, las más importantes eran: el muelle y la pila para la recogida de los barriles, pesado, almacenado y limpieza de la miera; el alambique para el proceso de destilado y por último los depósitos para el almacenado de los productos obtenidos. Estas zonas junto a los almacenes para la leña, productos secos, alquitrán, los talleres de carpintería y tonelería, herrería y calderería, la oficina, las cuadras para los bueyes, casas para algunos empleados e incluso una zona de tierra de labor para la siembra de cebo para sus ganados, hacían que la fábrica ocupara una gran superficie.

LABORES DEL RESINERO
Para hacer que salga la resina se efectúan varias labores, la primera es desroñar o quitar la roña. Una vez hecho esto se le da la primera pica, que es la herida vertical que se le hace al pino en la superficie de la madera para que comience a salir resina... Desde que llega el calor hasta que llega el invierno, el pino esta llorando, es decir, la resina esta saliendo, por lo que el resinero debe recoger la resina de los potes varias veces... Como el pinar es muy extenso, se divide en matas, en cada una de las cuales trabaja un resinero; el coger miera es sin duda alguna la labor más costosa en el cultivo del pino. Los operarios, ayudados por el cuchillo, sacan la resina del pote y la depositan en la lata, que luego vaciarán en la cuba o bidón, terminando aquí la labor propiamente dicha del resinero, quien después percibirá un salario de acuerdo a las cubas que haya llenado, y siendo ahora competencia del rematante la recogida y transporte de las cubas a la Fábrica Resinera.

DESCRIPCIÓN DEL PROCESO.
El fabricante se encargaba de trasportar desde el pinar las barricas cargadas de miera por los resineros a la fábrica. Cada barrica está numerada, así el fabricante podía hacer la liquidación a cada resinero según la cantidad y calidad de la miera recogida. Cada barrica era pesada y para saber la cantidad de agua que llevaba la resina, el fabricante introducía la paleta de madera en la barrica y a la vista de las burbujas que se quedaban adheridas, el fabricante estimaba los litros de agua que llevaba el bidón que eran descontados al resinero. Después de esta operación se vaciaban las barricas en un depósito llamado pila, donde se almacenaba hasta su trasformación.
La primera operación en la trasformación era la limpieza de la miera de las impurezas que traía del monte. La miera pasaba por gravedad de la pila al calderón preparatorio, donde se calentaba para diluirla y separar las impurezas. A esta operación realizada de forma tradicional se le llamaba espumar y consistía en recoger con una gran espumadera las impurezas más livianas que flotaban en la superficie del calderón depositándose en el fondo las impurezas pesadas.
Limpia la trementina, se llenaba con ella la olla del alambique donde se procedía a un primer calentamiento. Para facilitar la evaporación de la esencia de trementina se introducía agua en el alambique. Los vapores de agua y de la esencia de trementina salen por la montera o el capuchón que se prolonga primero en un tubo y a continuación en el serpentín. Los vapores, al pasar por el serpentín, que está dentro de un tanque de agua fría, se condensan formándose una mezcla de aguarrás y agua que salen del serpentín cayendo al florentino.
Más tarde el aguarrás y el agua se separarán en el florentino. Para este proceso se aprovecha la diferencia de densidad entre el agua y el aguarrás que es más ligero. El residuo de esta destilación que queda en el fondo de la olla es la colofonia, que se usa para la fabricación de colas, pegamentos, barnices y sobre todo chicle. De un kilogramo de resina o miera se obtienen aproximadamente unos doscientos gramos de aguarrás y unos setecientos de colofonia.

Como curiosidad cabe resaltar que la nueva industria sufrió ruda oposición por parte de los antiguos resineros que temían su ruina, y, más que por ellos, por los odios y rencores propios de las localidades pequeñas, que se suscitan siempre contra todo lo nuevo, por más que sea ventajoso, o contra lo que tiende a variar los sistemas, las costumbres o los usos, por muy útil y provechoso que sea el cambio.